CÓMO ENCONTRÉ EL AMOR ENTRE LAS TUMBAS

Culturalmente en España no estamos acostumbrados a "visitar” un cementerio como actividad turística. En cambio en el resto de Europa es normal acudir a los camposantos para pasear o recorrer tumbas de personajes que descansan allí. El primer cementerio monumental que pisé fue en Milán y creo que fue una de las cosas que más me impresionaron de la ciudad. En París es normal ir a rendir tributo a Jim Morrison y en Londres pude visitar casi todos los cementerios, no sólo como turismo si no como parques que son considerados, destacando Highgate y la parada en la “cabezona de Marx”. Por eso no podía dejar pasar la oportunidad de ampliar mi colección de “fotos en tumbas famosas” con el Cementerio de Glasvenin situado al norte de Dublín.

La visita comienza debajo de un arbolito en la entrada donde el guía se presenta para guiarnos por el cementerio. A pesar de que siempre se lee que es católico pero parece ser que puestos a enterrar no tenían inconveniente en dar sepultura, más o menos digna, a cualquiera.

Es aquí donde hago un inciso para presentaros a mi nuevo amor platónico que nos va a acompañar por este Post. Juguemos al juego de las 7 diferencias:

¿Entendéis por qué pienso hacerme el carné de “amiga de los cementerios”? Porque el guía es Daniel Craig en un “Bad Hair Day”. Para acabar de rematarlo se fumaba un cigarro entre tumba y tumba y decía “tortis” muy a la irlandesa. Vamos mi estilo de hombre ideal, sólo le faltaba una Guinness en la mano para ser el padre de mis hijos.

Las tumbas más buscadas son: Daniel O'Connell, Charles Stewart Parnell, Eamon DeValera, James Larkin, Maud Gonne MacBride, Countess Markievicz, Ann Devlin, Brendan Behan. Supongo que si alguno sabe quienes son estos ilustres señores es por pura casualidad. Principalmente el grupo más destacado son los revolucionarios de 1921 y a pesar de lo que pueda parecer en Irlanda las heridas del enfrentamiento siguen bastante abiertas así que dentro de la excursión los irlandeses se agruparon en bandos que mostraban interés por determinadas figuras históricas y discutían entre ellos delante de sus propias tumbas.

La tumba más impresionante es la de O’Connell que sólo se puede visitar por dentro si nuestro nuevo Dios del Cementerio te lleva en Tour. Dentro se acumulan los ataúdes donde parece ser que aparte de cuerpos se conservan también las enfermedades de los difuntos lo cual es inquietante… Aunque no tanto como para abstraerme de la explicación e imaginar cosas clasificadas X en el lecho mortuorio de O’Connell… ¡Si el pobre levantara la cabeza!

Otro lugar para aficionados a la literatura irlandesa es el Pub de la fotografía que está “dentro” de las murallas del cementerio y que es el que sale en la novela de James Joyce, el insufrible Ulises. El hecho de que el cementerio esté fortificado no es para mantener al clon de Daniel Craig seguro en su interior si no para evitar los hurtos de cuerpos que eran habituales ya que te pagaban una pasta por ellos en las escuelas de medicina. Así que Glasvein es algo así como una “cárcel de Cadáveres” desde el exterior.

Por fin llegamos a la última tumba, la primera cuyo nombre reconoceréis: Michael Collins. “¡Ah! ¡Ese si!” Diréis, pero claro, es que el cine hace mucho bien a las masas y Neil Jordan nos acercó a Liam Nesson aunque nadie se acuerde de qué iba la historia. (Bueno, tampoco pretendo que nadie sepa quien es William Wallace si no lo llamo Braveheart). Para resumir fue miembro del Sinn Fein, Director de Inteligencia del IRA (pongámoslo en perspectiva histórica) y le asesinaron el 22 agosto de 1922 durante la Guerra de Civil Irlandesa. Atención a la fecha de la muerte: 22 de agosto. Atención a la fecha de la visita: 22 de agosto. ¿Somos o no somos unas máquinas?

Esta última tumba es el final de la visita donde tenemos que despedirnos de nuestro guía, que me acompañará en mis sueños una temporada aún.

Tip: Las visitas guiadas son los miércoles y viernes a las dos y media de la tarde. Dura una hora y media. Es gratis. Sólo son en inglés. Merece la pena.

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1 Comentarios

  1. Tu y tu afición a visitar cementerios y tumbas... aún recuerdo el silencio del cementerio de Milan y a ti haciendo fotos por doquier...

    Si que es inquietante lo de que se conserven con sus enfermedades y todo...

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