TIM BURTON PRESENTA SWEENEY TODD EN MADRID

Lo he estado dilatando pero es que no encontraba el momento así que sin más contemplaciones narro los hechos tal y como sucedieron el pasado lunes, Dios mediante, 21 de enero de 2008.

Hace milenios se nos informó que era posible conseguir entradas para ver a Tim Burton en la presentación de Sweeney Todd en Madrid. Para los despistados es ese señor estrambótico que no se peina nunca y que dirige siempre a Johnny Depp. Pues bien, allí que nos plantamos a la presentación y mientras unos andaban en el photocall otros nos dedicamos a mirar con lascivia a los acomodadores del cine.

En ese momento tuvo la poca fortuna de pasear Alex O´Dogherty por el lugar donde estábamos esperando pacientemente nuestras entradas. Cuando me disponía a saltar sobre su espalda y restregarme contra él la voz de mi conciencia (era bajita, rubia y con sombrero) me dijo que era “amigo de un amigo de nosequien” y claro, me cortó el rollo porque restregarte contra famosos desconocidos está bien pero cuando existe la posibilidad de arruinar la reputación de los compañeros de fatigas uno se resiste un poco.

Tras una cortina escuchamos una voz familiar que efectivamente se presentó con las entradas. Mientras a unos les acomodaba el chico guapo otros subíamos al gallinero y nos asomábamos para ver la entrada de los famosos, famosotes y famosillos. En la pantalla del cine íbamos viendo caras familiares: Almodóvar, Alex de la iglesia, Alaska… Y llega el señor Tim Burton que atiende a la gente firmando autógrafos estoicamente.

En este lapsus empezamos a idear el malévolo plan de robar las palomitas (gratuitas) que estaban en los asientos contiguos. La misma idea es acariciada por los compañeros de butacas así que tenemos que obrar con rapidez y presteza. Acabamos con una buena provisión de ellas y botellas de agua de repuesto.

Entra entonces Tim Burton por el pasillo central corriendo de forma extraña y a saltitos y deteniéndose a firmar a una mujercilla que valientemente le salió al paso mientras Fesser hacía la presentación sin poder evitar comparar su peinado con el de tamariz. Escueto en palabras (me remito al video) presenta la peli y sale del cine tan rápido y con los mismos brincos con los que llegó.




La peli… sin palabras. Los datos AQUÍ.

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