EL COTILLEO EN EL TRABAJO

Los que curran en empresas medianas o grandes conocen perfectamente el suceso que les voy a narrar. Se llama el “Efecto Pueblo” también denominado “Radio Patio Curro” o “Marujeo desmedido”. Se trata de una especie de fenómeno paranormal que convierte la mínima anécdota en un acontecimiento de dimensiones épicas.

Aquel que intentó explicar el “Efecto Mariposa”, ya saben, la teoría del caos elevado a su enésima potencia debió currar en un sitio muy similar para tener esa visión tan reveladora. Formulada según un ejemplo hipotético meteorológico el “Efecto mariposa” se puede aplicar a la vida cotidiana. Si un meteorólogo pudiera conseguir el cálculo más científico y comprobado sobre el comportamiento de la atmosfera de un día concreto y pudiera predecir la temperatura, las condiciones climáticas y demás parámetros podría suceder que su conclusión fuera totalmente errónea por no haber tenido en cuenta un aleteo de mariposa que se pudo producir al otro lado del planeta y cuyas repercusiones podrían provocar una tormenta.

Es decir, la amplificación de un error mínimo puede llevar a uno máximo. Si eso sonaba escalofriante en Parque Jurásico o Matrix imagínenlo en la vida real.

El 60% de los trabajadores se sienten molestos por los cotilleos en su ambiente de trabajo, pero eso no impide que el 85% de los encuestados reconozcan contribuir activamente a esta praxis. Se pueden perder entre 2 y 3 horas de trabajo semanal en estos rumores varios (y las indagaciones precisas) cuya principal fuente de información es la máquina de café o los pasillos de la empresa. Y esto, señores míos, es real como la vida misma.

Está comprobado que un pestañeo en el entorno laboral puede ser fuente inagotable para las leguas ávidas. Por eso una empresa grande es como un pueblo. Desde que pones un pie en ella sabes que cualquier cosa que pueda suceder será objeto de “inspección técnica” por todas las marujas que se sientan en el portal a hacer ganchillo, y no dudo que su mente ya ha localizado sus propias cotillas laborales en este mismo instante.

Para mí el cotilleo es una fuente de información mal entendida y altamente devaluada gracias a su empleo incorrecto. Por supuesto existen muchos tipos de cotilleos en el trabajo, desde inocentes comentarios, rumores laborales y por supuesto las jugosas relaciones sentimentales. Y el hecho de que su máxima sea “Si el río suena agua lleva” no hace más que alimentar las imaginaciones más calenturientas.

¡Qué narices! Me gusta el cotilleo. Si, desde sus cimientos amarillistas hasta sus más elevadas cotas de complejidad técnica. Me encanta enterarme de todo aunque normalmente no soy partidaria de extenderlos. Quizás porque siempre se acaba siendo centro del punto de mira del cotilleo en algún momento y puede no sentar del todo bien.

Hasta hace unas semanas hubiera jurado que ser el centro de un cotilleo no tendría la más mínima gracia y la necesidad de dar explicaciones o aclaraciones me parecía una tarea ardua y titánica. Por fortuna nunca tuve la suerte o la desgracia de ser parte activa de los cotilleos ajenos… ¡Hasta ahora! ¿Y saben qué? Resulta que es incluso más divertido que solamente escucharlos.

Ya sean ciertos o falsos escuchar un rumor sobre ti es sencillamente brillante. Hay algo intrínsecamente malévolo en su origen (a veces totalmente ficticio) que interpretado con gracia puede incluso generar un buen número de equívocos simpáticos. He descubierto que mi intolerancia al rumor era sólo infundada. Ahora soy su mayor fan. Incluso como protagonista del mismo.

Pero no todo es bueno. Hay que reconocer que la infundada promiscuidad de los rumores recuerda que a pesar de ellos no mejoran la vida sentimental. Una pena que todo el mundo piense que te has cobrado la pieza sin haberlo hecho. ¿Alguna ingeniosa solución al respecto?

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4 Comentarios

  1. Eres el centro de un cotilleo sexual infundado??? No me lo puedo creer!! Quiero todos los detalles! Que habras hecho!! Jaaaa!

    Isabel

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  2. Bueno, yo sólo veo 2 soluciones:

    1) Que, ya que "van diciendo por ahí..." de ti, consumes al acto; así por lo menos dejará de ser infundado y tendrán pruebas más que de sobras cuando, además, colabores contando todos los detalles.

    2) Que, de una maldita vez, caiga el apocalipsis sobre los programas de prensa del corazón y tengamos una televisión de calidad.

    Entre esas dos elige la que sea más fácil.

    Besotes... ¡uy, no, que luego pueden decir cosas de nosotros!

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  3. Isa siempre presuponiendo que soy el centor de un cotilleo SEXUAL. ¿Estás vacilandome? En realidad hablan de lo mona que voy siempre, ¡Qué mal pensada! (Cómo se nota que me conoce la muy perraca!)

    Dani, voto por consumar, ya ves, una que es tradicional y no quiere amargar al programador de Telecinco. ¿Cómo iba a llenar el pobre tanta parrilla si les quito los cotilleos?

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  4. Vale, trabajo en una empresa como la que describes... y con mas gente que la tuya... y... quiero mail con detalles del cotilleo!!!

    Y después... opto porque hagas que el rumor tome camino de verdad... si esta bien el susodicho...

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