AVENUE Q

Avenue Q es una calle cercana a los barrios más changos de un Nueva York inventado donde conviven monstruos, humanos y marionetas en armonía con gente tan rara como Gary Coleman (Arnold),… pero eso es adelantar mucho la historia.

Empecemos por el principio.


Princeton es (al menos en su original) un recién licenciado de filología inglesa que se muda para encontrar trabajo en Nueva York (por qué cambiar de país a otro donde se habla la misma lengua no se entenderá nunca) y en la versión madrileña es simplemente un pardillo con un diploma inservible que se muda a un barrio acorde con sus ingresos: nada. Allí conoce a la adorable Kate Moster y a un buen número de compañeros que serán extrañamente familiares como Nicky y Rod una pareja muy “hetero” que os resultará muy familiar, una japonesa encrispada y su chico parado, Trekkie Moster o Lucy la Guarra. Y Princeton descubrirá lo triste que es su vida, sin cortarse un pelo y con cierta crudeza.

Yllana se hace cargo de la dirección de esta obra con mucho respeto por la versión original y una elección de actores que opta por recuperar viejos conocidos de su propio teatro con medio elenco de la inconmensurable Te quiero, eres perfecto,… Pero lo más curioso es que las marionetas llevan con mucho brío a sus actores (¿O era al revés?) de forma que no es complicado acostumbrarse a ver a medio Barrio Sésamo con un señor pegado o a los cambios de personajes de todos los actores que participan.

Diferencias con la inglesa encuentro pocas y algunas poco acertadas, la primera de ellas es que la aparición y risa sobre el pobrecito Arnold tenía su gracia para los ingleses que conocían el nombre de pila del actor pero que por su repentino fallecimiento en mayo de este mismo año (y a pesar de que los autores americanos decidieran no retirarlo) podía haberse sustituido por algún elemento similar a la española que fuera desde el Piraña de Verano Azul a Guille de Farmacia de guardia.

Los chistes políticos están bien traídos y pero la tolerancia racista en este nuestro país quizás no los acabe de digerir con la gracia con la que se cuentan, e incluso los judíos se ven discriminados de las bromas.

El Musical se llevó a casa tres premios Tony y un Lawrence Olivier al Mejor Musical. ¡Ah! Quien avisa no es traidor y a pesar de los jocosos muñequitos deben saber que Avenue Q es el primer musical con sexo explicito de marionetas. ¡Ahí queda eso!

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7 Comentarios

  1. Muchas gracias por la parte que nos toca en Tela-Katola... :-))))

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  2. ¿Pero, estoooo, cuando diantres fuiste?

    Yo estuve viéndolo este Martes!!

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  3. Y corta me quedo muchachos, que lo bordáis en donde os pongan. ¡Qué asco da tener tanto talento!

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  4. Hector, fuí el domingo. ¡¡Como siempre te ganooooooooooooo!! Jeje. Y ya la ví en London que una es muy suya...

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  5. Yo intentaré ir a mediados, que tengo que subir a unas cosillas...

    Me alegro que disfrutes de los buenos musicales (y de los que no son tan buenos pero te invitan los amigos, jejejeej).

    Un beso.

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  6. Jopetas Dani, que llevo a mucha honra ser la persona más cansina viendo Willy Fog. Que ya me conocían hasta los acomodadores, qeu me comí hastagalletas... Vamos, vamos!

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