La fiesta del cine

Yo siempre he sostenido una teoría que al final ha demostrado ser cierta. Mis pesquisas por lugares más civilizados fuera de nuestras fronteras me llevaron a descubrir inteligentes movimientos culturales en pos de la financiación y el mantenimiento de salas, distribuidores y cultura en general.

De ese modo en París los teatros, incluso los musicales más caros, permiten el acceso, previa cola, los días de baja afluencia a los estudiantes pagando la butaca al irrisorio precio de 10 euros, butacas de hasta 120 euros de venta al público) de ese modo el que quiera disfrutar de una sesión eligiendo su butaca o en fin de semana puede hacerlo  y el que está pelado se la puede jugar y rezar para que no haya un autobús de señores de Murcia que haya llenado el teatro. La política es simple, es mejor el teatro lleno a 10 euros la localidad que vacío a 120. 

Doy fe de que funciona. Asistí al Rey León y, eso si, al segundo intento y perpetrada con un carnet falso porque no tenía la edad reglamentaria. Mi butaca costaba 90.

Pues esto es lo que ha del atraso la fiesta del cine este año. Se ha desbordado, al eliminar el requisito de otras ediciones de pagar una entrada integra la gente se ha tirado a las salas abarrotando las en días de diario y haciendo dobletes o triplete cinéfilos. Eso quiere decir que la gente SI QUIERE IR AL CINE.

¿La gente no quiere ir al cine o es que los precios son abusivos? Pongamos una familia normal con sus dos niños que quiera ir a ver la última de Disney. Entradas: 9 euros por cabeza = 37 euros. Dos menús dobles = 22 euros. Resumen: casi 60 euros de gasto para una actividad que debería ser cotidiana.

Si las colas daban la vuelta a la manzana, las salas se llenaban... El ingreso del cine, aún a ese precio, ¿no es mayor a un lunes normal? 

Reflexionemos y cambiemos el chip o esto se va a pique.

Otro tema es el de los cines con poco interés en vender entradas que se vieron desbordados por la demanda peor no pusieron de su parte para hacerle frente. Sospecho que con el objetivo de no vender a ese precio y punto. Hablo, con nombres y apellidos, de Cinesa Las Rosas. Si la primera sesión empezaba a las 4:30 la taquilla pertenecía cerrada hasta y cuarto siendo imposible vender entradas a las personas que desesperadas abandonaban la cola ante el paso del tiempo no siendo atendidos. Escena que se repitió toda la tarde porque con dos taquillas de las cinco existentes no daban a basto. Eso si, dentro en la sala la mitad de las localidades libres. No poner colas rápidas para sesiones que van a empezar o dotar de más personal para estos días es claramente un boicot contra esta "festividad" y obligar a hacer colas de hasta 2 horas, repito, teniendo entradas, es sólo una de las muchas cosas que hacen que al final, efectivamente, la gente no vaya al cine.

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