El Nuevo Teatro Alcalá trae Billy Elliot

Soy una fan absoluta de los musicales. No es algo nuevo, de hecho tengo por esta bitácora repartida una buena ristra de criticas de musicales nacionales y extranjeros que he disfrutado desde el flechazo con Los Miserables allá por mis 16 años. No voy a decir cuanto ha pasado desde entonces que os ponéis a hacer cuentas y seguro que alguno me llama anciana.


La época dorada de mi existencia fue el año y pico que viví en Londres. No me perdí ni uno, así, en plan obsesivo. Así que cada vez que vamos a cualquier sitio y hay algo en cartel que no conozco... pues toca hacer visita. Y de entre todos ellos siempre hay alguno especial, por un motivo otro, cada uno tiene una cosa especial. Los Miserables es el mejor libreto de la historia, Wicked el montaje más espectacular, Spamalot es el más divertido, El Rey León el mejor para público infantil,... Y así hasta llegar a Billy Elliot.

Lleva en cartel 11 años en el West End y en Estados Unidos la acogida también ha sido brutal. Es un musical complicado. Primero por las especificaciones legales, al tener niños en el elenco hace que los castings, turnos y la coordinación sea muy complicada. Obviamente los niños crece así que cada poco se convocaban nuevas audiciones, además la legislación tampoco permite que los niños trabajen así que había una constante rotación de los menores e incluso se adaptaban los horarios para que pudieran actuar. Aquí incluso están montando uan escuelapara formar a los futuros Billys y se peude seguir un poco el proceso en el Facebook de la obra. Los niños eran tan buenos que en Londres la gente iba a ver todos los pequeños y tenían incluso a sus favoritos. No quiero ni pensar los quebraderos de cabeza que puede dar algo así a los productores. Además es un musical social, no algo antiguo y etéreo, una realidad que aún está presente, derechos sociales, lucha de clases, micromachismos, lucha por los sueños,... Y darte de bruces contra al realidad. Pero por eso también es un musical mágico. 

¿Habéis visto al película? Supongo que la mayoría si, así que sabéis que aunque en la película bailan Billy Elliot no es un musical, es decir, no cantan, es un drama perfectamente orquestado con números de baile totalmente medidos ( y clásicos). Y aquí entra la versión de teatro musical que partía de la difícil premisa de ser fiel (e incluso ampliar conceptos del film) y además incluir un libreto con canciones totalmente nuevas. Cuando un musical pasa del cine a las tablas, o al revés, es raro que sumen más de una o dos canciones nuevas por aquello de darle algo "novedoso" pero en este caso el Señor Elton John, el encargado de su libreto, tuvo que crearlo de la nada. 


Y no os voy a engañar, a mi me encantó y además creo que a un público joven le puede marcar por el mensaje positivo, por la continua lucha por la igualdad y porque los niños de ahora necesitan que les remuevan por dentro... yo del Victoria Palace salí llorando como una Magdalena.

El musical llega a Madrid y como tantos otros sólo podrá disfrutarse en la capital porque los escenarios son brutales, de profundidad, montaje y coste. Por eso de momento la gira es inviable y por eso conviene también ponerse manos a la obra para ahorrarse unas pelillas. Los que nos seguís sabéis que solemos ser asiduos a las preventas y previos, sesiones que se celebran antes de los estrenos oficiales y que salen considerablemente más baratas. Y es que las cosas como son, los musicales, y más si son tan masivos no son baratos. Así que dando un paseo por la web os anuncio que los descuentos del Nuevo teatro Alcalá para Billy Elliot son la mar de jugosos, a mi lo de los packs de grupos me ha convencido y es muy posible que hagamos un plan familiar, y a lo mejor me soluciona el regalo del día del padre que una está ya con pocas ideas para estas fechas memorables y lo de regalar experiencias es mucho más guay, un plan abuelo nieto es sin duda una apuesta segura 100%



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1 Comentarios

  1. A mí me encantan los musicales.... y lo sabes... xD
    Mi favorito, Los Miserables. Dos veces en Londres, una en Dublín. Y todas las veces he salido llorando.
    Aunque te concedo que Billy Elliot es precioso. :) Y muy, muy, muy bueno. Así que es verdad que merece la pena acercarse a verlo.

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