CASTRILLO DE LOS POLVAZARES

Después de un inciso provocado por la deficiente calidad de la línea de Internet estos días me tengo que poner un poco al día con el blog ya que tengo varios post atrasados y se va a hacer insostenible ante la visita de María y mis minivacaciones.

Quiero dedicar el post al destino del fin de semana pasado: Castrillo de los Polvazares. Supongo que muchos han sido los que han aguantado mis explicaciones sobre lo magnífico que es este pueblo y serán más lo que lo conozcan simplemente por su delicioso cocido maragato (total ahora mismo es la única fuente de ingresos del pueblo). Es bonito ver que las cosas no cambian mucho, excepto por unos macarras adolescentes que hacen botellón en todas partes y la inauguración de un pub con música en directo y todo).

El viernes después de poner al aire las colchas, sábanas y mantas ocupamos la casa en grupos. La gente del ático fue denominada “la comuna” (es la costumbre), el resto, incluido David con su cama “falsa” se quedaron en las habitaciones de la casa. Es bonito dormir arriba porque las camas son de hierro y el colchón de lana. La gravedad hace que aunque no quieras te vayas escurriendo y acabes abrazado a tu compañero de cama (quieras o no) y eso que ahora en verano la cosa no es tan grave porque en invierno los kilos de mantas hacen que entrar y salir de la cama sea dificilísimo y el peso da agujetas.

Por la mañana las excursiones de autobuses suelen venir justo cuando sales en pijama y despeinado al corredor del patio por lo que no es sorprendente que acabe mi imagen en algún blog ajeno con mi pijama de gatitos rosas (antes muerta que sencilla).

Siempre que voy a Castrillo tengo la necesidad de hacer una visita a Astorga para saludar a Pedro Mato y sobre todo para ver el Palacio Episcopal construido por Gaudi. Es según mi punto de vista uno de los edificios más hermosos que he visto nunca. En esta ocasión además la ciudad estaba celebrando un mercadillo romano por lo que todo el mundo vestía con faldita. Ha sido realmente fascinante.

No he podido remediar comprar el chocolate a la taza que me daban cuando era enana para merendar (pero para comer a bocado limpio con pan de hogaza), me hermana siempre lo ha odiado y no puede soportar ni ver como lo compro pero ella se dedicó a buscar mantecadas porque le hacen más feliz. Entre las delicias culinarias de la zona no nos hemos podido ir sin probar los preñaos, las empanadas, chorizo y las chichas.

Desde críos nos han alimentado con estos sanos y dietéticos alimentos. No contentos con estas dosis de grasa el Sábado fuimos de a comer el cocido maragato y encima nos dedicamos a acosar al camarero para que nos diera postres ricos. Por alguna razón Ramón consiguió un cambio de postre de forma ilegal y el mío fue debido a que el camarero optó por tirarme la sopa por encima.

El domingo Raúl decidió intentar que ligásemos con el camarero por lo que conseguimos botellas de vino gratis pero empiezo a sospechar que han descubierto nuestro potencial.

Para bajar la comida fuimos de paseo por los alrededores donde descubrimos que Berta que también veraneaba allí de pequeña ha cambiado los nombres de todos los puntos históricos del pueblo. Aún así, para dar más emoción, decidimos meternos siete en una camioneta y probar los amortiguadores para saber si los que iban en el maletero perderían los dientes contra el cristal. Nadie resultó herido pero lo intentamos con toda nuestra alma, creo que ayudó el hecho de que fuimos cantando por el camino "Ponte el Cinturón". Para variar acabé dando la nota porque me chamusqué la espalda en el mini paseo, después me atacó un mosquito sádico que me picó ocho veces en la misma pierna dejándome echa un cristo y más tarde decidí no romper la tradición de caerme de forma artística arrojando a varios metros un pote que llevaba (obviamente de once personas la única patosa del grupo) y haciéndome un morado haciendo juego en la misma pierna que las picaduras. Doy mucha lastima.

Al final de lo que se trata es que queden buenos recuerdos. Y creo que eso más o menos lo hemos conseguido sobre todo gracias al inesperado anuncio de boda del que me han proclamado “organizadora de despedida de soltera” obligada y que seguro que da para muchos post más. La soltería es una enfermedad en peligro de extinción y hay que conseguir una pareja para el enlace…

¡¡Es una necesidad!!

Aunque acabe contratando a un profesional no asisto a la boda sola, ¡He dicho! Un año y contando… Tic Tac

Publicar un comentario

0 Comentarios