No seré yo quien inicie a estas alturas un debate sobre si hay que vacunarse o no. Y menos aún cuando hace un mes que después de esperar estoicamente fuimos a ponernos la de la varicela y estamos en lista de espera en la farmacia para Bexsero, vamos, la del Meningococo B de toda la vida. así que creo que decir que somos de vacunas es obvio, no sólo eso, es que además tenemos un gafe bastante majo y solemos cogerlo todo, pillar cosas que nadie pilla o acabar con al familia en urgencias en menos que canta un gallo así que no hacía falta que insistieran mucho sobre este punto la Dra. Amalia Arce (La Mamá pediatra) y la Dra. María Garcés Sánchez, pediatra y miembro del Área de Investigación en Vacunas del Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP) de Valencia pusieran mucho empeño en convencernos. Lo que si consiguieron fue tranquilizarnos, centrar el tema y que salieran las mamis mucho más relajadas.
El evento organizado por Madresfera y Sanofi Pasteur MSDen la Semana Europea de la vacunación nos reveló un montón de datos históricos, de detalles médicos y curiosidades científicas que dan - si cabe aún más - credibilidad a la necesidad de vacunar a los peques para erradicar enfermedades que afortunadamente casi están extintas (y no es casualidad, es obra de la propia vacuna).
Es cierto que las vacunas duelen, que algunas dan fiebre o que si te pinchan mal sale un "bollo" pero amiguitos, mejor prevenir que curar, mejor una tarde pachucho que acabar en el hospital. Las vacunas se tardan en desarrollar una media de 12 años, en ese periodo hay multitud de pruebas que garantizan que son seguras y buenas para el consumo. Además rigen los criterios de eficacia, seguridad, estabilidad y economía, es decir, las vacunas son buenas y además tienen que llegar a todos, ¿no es un lema brillante para este mundo que nos ha tocado vivir?
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