SUPERMAN, CHORIZO CON PAN

Como todo el mundo sabe hemos recibido la visita de Maria la pasada semana. Entre las múltiples torturas chinas estaban nuestras favoritas: despertarla pronto, llevarla a sitios culturales, obligarla a comprar todo lo que ve y hacerla tragarse la insufrible y coñazo peli de los Simpson.

Digamos que hemos descubierto que Maria atrae la mala suerte, hemos conseguido que la mitas de los sitios que pretendíamos visitar estuvieran cerrados, restaurándose, etc. (por no hablar del incidente del terremoto)

Entre las dos visitas estrellas estuvieron Aranjuez con sus parques donde hablamos con las fuentes y las rosas (purrumm) y que no me dejaron recorrer a gusto esta panda de vagas.

El sábado la Warner. Interesante y agotador día salvado por el pase Correcaminos que nos ahorró varias horas de colas y colarnos en los espectáculos. He de decir, para que Isa se sienta orgullosa, que Maria sólo “compró” una supernena mientras Bea consiguió un peluche la mar de feo de Superman que desde que entró en el grupo salió en todas y cada una de las fotos. Eso sí cada vez que se ponía tonto le recordábamos que estábamos enamoradas de Lex para que no se emocionara con su ricito. Demostrando una vez más que para ser patoso no es necesario nacer así ya que puedes perfeccionarlo con el tiempo decidí aterrizar de cabeza al bajar unas escaleras destrozándome sendas rodillas lo justo para no tener que amputar la pierna pero tan acertado como para no poder volver a doblarlas. A dos días de vacaciones sigo con la pierna a la virulé como una cojita meditando sobre si aguantaré mi superplanning o acabaré en casa jugando con la Wii.

Volviendo a los planes apasionantes de estos días Maria pisó por primera vez un cine de verano (contra todo pronóstico lejos de la playa) y visitó el rastro que parece ser su lugar favorito en el mundo. La maleta pequeña que trajo se convirtió en el triple como ya habíamos predicho y en resumen lo pasamos teta viendo realitys hasta las tantas de la mañana.

La próxima más y mejor