¿Quién me iba a decir que tantos años después iba yo a ver a Gerarda, digo Geraldine Larrosa (Innocence), haciendo un musical? Y más aún, ¿Quién habría imaginado que sería en Francia interpretando a una gitana? Si, las cosas que pasan en esta vida son impredecibles. Y si a eso le sumamos el surrelismo de ver compartir tablas con Laurent Ban la cosa se pone aún un pelín más peliaguda.
El Zorro es la obra estrella de este año en Paris, su estreno llegó directamente desde Londres donde el show tuvo muy buena crítica (o al menos de eso se jactan), tuvo como coreógrafo a Rafael Amargo. Stage está detrás de la producción y en una temporada más de 1.150.000 espectadores la disfrutaron en el Folies Bergère. 
La música tiene su aquel, se trata de una especie de mezcolanza de sintonías populares de los Gipsy Kings interpretadas entre español y francés que pueden provocar alguna risa entre un espectador castellano.A pesar de que la obra no tiene mucho jugo y la historia no es el colmo de la originalidad (eso sí, se basa en la novela de Isabel Allende y nada tiene que ver con la producción infantil que se estrenó en el antiguo Teatro Calderón) se puede salvar el conjunto gracias a una selección de actores competente.
Por sorprendente que parezca Geraldine Larrosa es bastante convincente con su actuación (y se agradece el único acento decente) a la que han regalado la parte más vistosa del espectáculo, Laurent Ban se lo pasa en grande con su capa y su espada dando brinquitos y la sorpresa viene de la mano de Yan Duffas (Coco Chanel) en el papel de malo guapetón con la frase más gloriosa y surrealista del show (“Me cago en tu puta madre, joder”).
¿Por qué merece la pena ver El Zorro?Por su ligereza, por asistir a un flamenco mortecino y edulcorado para los poco duchos en la materia, por asistir a peleas de gitanos y corear canciones de feria.
Si estos no son motivos suficientes sin duda aléjense de este montaje porque mucho más no van a encontrar.
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