A ver, por partes. Esto viene a colación porque en los primeros momentos, tras la llegada del bebé, mi media mandarina se plantó con un “Manual de instrucciones”. Me consta que su elección fue un proceso largo y tedioso porque es muy concienzudo, posiblemente conllevase la pregunta a todos los chicos que pasaran por la sección de libros de FNAC y varias lecturas de puntuación en foros, webs y demás.
Lo que no sabíamos en ese momento es que su autor era más o menos considerado por estos larese el diablo personificado, un torturador nato de infantes… Pues debo reconocer que el libro me ha gustado, se llama Pediatría con sentido común y está escrito a dos manos con Gonzalo Pin. No se trata de un libro sobre como hacer tener pesadillas a los niños hasta los 40. Es un manual conciso, preciso, cómodo de leer de las cosas más cotidianas que afectan al bebé sobre todo en los primeros años de vida.
Existen pocas afirmaciones nazis sobre cómo criar a tu bebé, más bien se limita a narrar de forma escueta y amena cosas que van a ir pasando en su vida y deja bastante libertad para obrar a conciencia al respecto.
De todos modos este acontecimiento me ha hecho reflexionar sobre las verdades absolutas en esto de la maternidad. Como ya hable hace poco en el post sobre las mami nazis en esto de la pediatría va un poco igual. Esto de dejar llorar al bebé para que se “espabile” no va conmigo, pero a muchas madres les ha funcionado y no pienso juzgar sus métodos, cada niño es un mundo, y como a día de hoy no nacen con el don de la palabra realmente no puedo valorar esos terrores nocturnos y la necesidad de los padres de dormir ante las jornadas maratonianas de trabajo. Hoy sin ir más lejos hemos estado todo el día pasando de mano en mano al pirracas porque no quería dormir. A costa de dormir sólo 2 horas. Lo cual, día sí, día también afecta totalmente a tu cordura mental.
En este tema de Estivill debo considerar mi teoría política que reza: “Si estás de acuerdo con el 100% de la doctrina de un partido político tienes un problema muy gordo”, nadie puede representar a nadie 100% en todos temas, no puedes estar de acuerdo en TODO, eso te convierte en un extremista peligroso. Por eso la lectura del libro la he comparado con la lectura del ABC. Hay que considerar la ideología, el contenido, el autor y luego ser capaz de interpretarlo para sacar la parte de verdad que siempre existe .
Y reconozco que no pretendo aplicar el método Estivill pero es un hecho que el libro me ha gustado, de ahí viene la profunda reflexión de ¿Existen las verdades absolutas en esto de la crianza? Y lo que es más importante ¿Esa verdad absoluta está en manos de Estivill o de tu madre?
0 Comentarios