Soy una madre súper guay

Soy una madre súper guay. Oye, reconozco que tengo mis deficiencias. No encuentro nunca nada, todo lo pierdo en cuanto me pongo a ordenar (anecdótico, lo se), jamás voy peinada, planchar no es lo mío, la cocina tampoco a no se que haya alguna estrella Michelín para las croquetas congeladas quemadas,... Pero salvando esos detalles sin importancia que de momento no son lo que se dice públicos y tampoco trascienden a la conciencia de mi querubín soy una madre guay.

Soy guay porque me tiro al suelo a hacer las pistas de coche, porque siempre tengo pilas para los coches y los trenes, porque en la nevera siempre hay cosas "de chupar", porque llego a coger la pelota de detrás del sofá, porque pongo las pelis molonas en el Blu-ray, porque cuento los cuentos como nadie, porque a veces hago voces solo porque si, porque me gusta que me empujen a la piscina, porque se quien necesita cosquillas, porque en mi móvil hay más vídeos de Canijo que de Pocoyó, porque sonrío cuando me usa como almohada, porque si no quiero parque busco alternativas molonas, porque me gusta disfrazarme, porque encuentro los juguetes más guays del mundo -y los compro-, porque curo cualquier pupa con un "cura sana patita de rana", porque siempre veo la parte positiva aunque la cosa no esté nada bien, porque siempre he odiado la natación y ahora no me pierdo una clase, por... Porque cada día soy "un poquito" mejor mami y un "mucho" mejor persona.

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