EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE

Nos fuimos de vacaciones, quizás es un hecho que ha pasado desapercibido porque, gracias a la técnica, los Blogs, que son muy listos, se actualizan solos. El destino de este año ha sido playero. Visitamos el satélite catalán: Menorca. Y digo satélite catalán porque a pesar de su gran índice de italianos (el resto estaban en Barcelona), ingleses (los que no fueron a Benidorm) y alemanes (la mayoría reposaban en la vecina isla de Mallorca) toda la población era catalana.

El caso es que lo que más marcó este periodo vacacional fueron las “Experiencias cercanas a la muerte”. Nada más conocer a nuestro nuevo amigo y medio de transporte: un Suzuki descapotable blanco sin culo ideal para pasearse por las playas, en adelante “XuXuKi”, nos dimos cuenta de que nos iba a regalar grandes momentos. En la primera rotonda de salida del aeropuerto descubrimos que la tracción a las cuatro ruedas del XuXuKi no era necesaria. Era mucho más entretenido no tener tracción en ninguna así que la primera plazoleta la cogimos tan sólo con las ruedas derechas haciendo casi un caballito mientras los ocupantes del coche veían pasar la vida ante sus ojos. Este simpático incidente dio lugar a una risa nerviosa y a que en las siguientes curvas, pronunciadas o no, no pasáramos de los 10 km hora hasta superar el trauma.

Día Dos: “Qué linda playa” Si no lo sabéis es importante informar que las playas de Menorca están casi aisladas del mundo civilizado siendo accesibles sólo por caminos poco preparados para la conducción, vamos, lo que conocemos comúnmente por “Caminos de Cabras”. La imposibilidad de ser atravesado por coches en diferentes direcciones fue comprobado bastante pronto. De bajada casi conocemos a nuestro amigo el precipicio íntimamente y de subida con los coches que bajaban a la playa hubo una crisis que se saldó con un todoterreno dando marcha atrás a riesgo de caer al vacío mientras la fila de coches crecía en ambas direcciones. XuXuKi quedó tan traumatizado como nosotras.

Cuando pensábamos que todo lo malo que podía pasar sería por carretera cometimos un error técnico ordenando en el restaurante más chic de la isla comida para un regimiento. La muerte por empacho es dolorosa y larga, para aquellos que no lo sepan. Tras los entrantes empezamos a querer morirnos. Cuando llegaron los platos principales comenzamos una peregrinación al baño para hacer hueco en el estómago (dicese de maneras naturales). Cuando vimos que no iba a ser posible acabar con ello optamos por planes alternativos: es decir, arrojar alimentos discretamente por la terraza, pero no nos atrevimos.

Sádicas de nosotras tras estar a punto de emular esa escena tan desagradable de El Sentido de la Vida decidimos que no podíamos abandonar el local sin probar si “Brawnie de Chocolate Blanco” (si, escrito en la carta así, con “a” lo cal no interpretamos como una señal de peligro hasta ver el postre aparecer). El citado “Brawnie” era en realidad un bizcocho de color pistacho (verde, si verde) con una especie de crema ácida encima. Un asco. Muy muy muy malo. Tanto que todas armadas con una cucharilla llegamos a comer tan sólo una mínima muestra antes de querer escupirlo y arrojarlo, como en el Plan B por la azotea.



Para nuestra fortuna no sólo nosotras tuvimos experiencias cercanas a la muerte, aunque en muchos casos los afectados no se dieron cuenta de ello. El caso más alarmante fue cuando pidiendo indicaciones para llegar al centro de la Ciutadella una señora nos dijo gentilmente:

- Seguid los carteles que ponen “Centro”.

A varios miembros del Dream Team nos dejó tan traumatizados con la respuesta que nos salió una gotita tipo Manga de la frente y pensamos en salir del vehículo sólo para matarla.

La siguiente escena que causó algún problema fue una siesta traumática que ocasionó quemaduras de segundo grado en todos los miembros del equipo. De hecho las quemaduras han evolucionado a estado “Oso Panda” dejando surcos en los ojos, mejillas y frente e incluso espaldas, hombros y pecho de forma menos preocupante. Según nuestro asesor “El Pepe” todas en estado grave. Aunque fueron peores los ataques de arena gracias a la Tramontana, que consiguieron construir incluso castillos de arena en nuestros traseros, mientras intentábamos protegernos del vientazo. El recurso era meterse en el agua y aguantar hasta parecer uvas pasas porque fuera hacía frío pero dentro se estaba de muerte.

Después hubo pequeños conatos aleatorios de muerte. Ataques de Vértigo al pasear por los acantilados, ataques de medusas en las que sólo Maria no vio ninguna, ruedas estriadas, coches que insistían en dar frenazos o cruzarse en medio de la carretera, ciclistas suicidas, parroquianos cruzando sin mirar, etc, etc, etc.

La cuestión es que sobrevivimos, misteriosamente, a todas ellas con una elegancia y soltura natural y gracias a la banda sonora “El Corazón Contento”.

“XuXuKi” We Love You!

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5 Comentarios

  1. JAjajajajajajajaj!!!! que divertido no?... es que siempre os movéis con coches raros raros... primero fué el "tanque" por Valencia.... y el viejecillo "Sukisuki" por Menorca... y lo del Brownie.... yo hubiera hablado seriamete con el cocinero... a ver si tiene problema de colores.

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  2. Vaya racha que llevo con los comentarios en tu blog, de verdad. Me he equivocado de user (he escrito con el usuario correspondiente a mi álter ego como lolita de dieciséis años en busca de hombres maduros y ricos que la quieran salvar de sus padres abusivos), así que he tenido que borrarlo para que no se me viera el plumero.

    Bueno, que me alegro de que hayas sobrevivido a tu estancia en la periferia. Menos mal que los madrileños sois de acero forjado, oye.

    Un regalo con todo mi cariño (sin lengua) para y por los madrileños: Bonito himno de Madrid.

    ¡¡España capital Toledo!!

    Un abrazo,

    Insensato UNO

    PD: ¿Qué sería de un comentario mío sin posdata?

    PPD: Para los madrileños que no me conozcan. ¡¡Soy de y del Barcelona!! Rabiad. :)

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  3. Marta, has herido la sensibilidad del tanque, Bea se ha ofendido.

    Alfredo, ¿No te has enterado que Levante es la playa de Madrid? ¡Hay que contartelo todo! Pero me alegro mucho de que sigas por aquí... Anqeue cas no escucho el precioso himno por miedo de que el cantico del barça me incordiase.

    Kisses a todos.

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  4. JEJEJEJE, muy bueno este post, me he reido cantidad... pero con cariño, eh? nada de risas malévolas.

    Por cierto, que inteligente la señora que os indicó cómo llegar al centro... seguro que tiene una fábrica de GPs la tía, jejeje!

    Besos...

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  5. Tengo el corazón contento el corazón conteno y lleno de alegría!! papapapáaaa!!!

    Quiero unos huevos rotosssssss!!!!
    (pero nada más!!)

    Y quiero matar a la señora del "centro" aunque a mi familia les parezca la mar de lógica la respuesta (...)

    Mi padre sigue sin entender como pude derrapar con el Sukisuki jajaja! Creo que querrá intentarlo él tmb..

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