LAS PIEDRAS DE MENORCA

Puede que desde que estudiaras sexto de EGB (o en su defecto arte de COU) no hayas vuelto a escuchar nombres como talayot, taula, Naveta o emplazamientos como Dalt. Si es así todo esto traerá a tu mente imágenes de monolitos y construcciones monumentales compuestas básicamente por piedracos enormes de los que Obelix era un gran fan. Se da la casualidad que Menorca es el lugar donde más y mejor conservados se encuentran estos lugares por eso visitamos un par de ellos y dejamos en el tintero otros para próximas visitas (nótese que he dicho VISITAR PIEDRAS la próxima vez).

El chico de Turism,o que era además realmente guapetón (muy parecido a Eduardo Aldán y que justificó que me quedara de cháchara un rato mientras la cola crecía tras de mi), nos dio un par de datitos sobre cuales eran los mejores o al menos los más representativos, nos mandó a Trepucó y a la Naveta des Tudons.

Trepucó es un poblado majete, algo pequeñín pero bien conservado. se encuentra muy cerca del aeropuerto y al lado de la capital, Mao (Mahón).

Tiene un talayot que da gusto verlo de hermoso y grandote y además conserva una de las mejores Taulas que hay en la isla que fue el lugar ideal para la sesión fotográfica del día.

Un poco más decepcionante fue el paseo hasta la Naveta Des Tudons que, si, se conserva bonita pero no es más que una construcción en medio del campo, aislada y con un aroma peculiar gracias a las montañas de caca de vaca (muuuuu) que se amontonan a ambos lados del sendero. Para colmo de males no dejan trepar, o meterte dentro para despeñarte. Que no es un punto negativo si quieres conservar la vida pero la visita dura menos de dos minutos incluyendo la sesión de fotos y la lectura del panel informativo de este crematorio.

Ahora, volviendo a nuestro siglo si hay un lugar cuco para pasar la tarde y sobretodo si te gusta la fotografía es Pedreres de s'Hostal. Se ha recuperado el entorno de extracción de piedra arenisca caliza de la isla para crear un entorno botánico y escultórico. El recinto multiusos se divide en dos partes. Las nuevas canteras cerradas hace sólo algunos años que se han convertido en dos patios internos, uno de ellos por su acústica dedicado a espacio de espectáculos y el otro ocupado por un laberinto artificial. Y las antiguas canteras escavadas a mano que son un intrincado laberinto de plantas y jardines.


El principal encanto de su visita de algo más de una hora de duración recompensará a los amantes de la fotografía ay que con una buena puesta de sol las fotos quedarán muy bonitas.