VIRGENCITA, VIRGENCITA, QUE ME QUEDE COMO ESTOY

El pasado día 8 los funcionarios españoles se echaron a la calle para protestar, entre otras cosas y principalmente, por la reducción de salario que el gobierno anunció como medida anticrisis.

Esta huelga se produce justo después de que Alemania decidiera rebajar el 2,5 % del sueldo y echar a la calle a 10.000 empleados públicos.

Y una, que es muy suya, se pone a pensar que con más del 20% de la población activa en el paro y la mitad con un ERE sobre sus cabezas parece que ir a la huelga con un contrato aparentemente de por vida no es una decisión muy justa. Más que nada porque cuando las barbas de tu vecino… ¡ya sabes!

Pero bueno, claro, cada uno a lo suyo. Y no creo que los funcionarios trabajen poco y mal. Como en la viña del señor hay de todo. Pero sí opino que quizás ahora que hay que arrimar el hombro y los de arriba no lo hacen las soluciones no van a caer del cielo.

Hoy tenemos convocada una huelga en mi sector. Una huelga general. Ayer por la noche ya estaban los piquetes en la puerta y un “animal de bellota” tiró gasolina sobre un neumático a la salida del parking. A parte de energúmeno el tipo no era muy inteligente ya que al haber llovido incendió medio asfalto con su gracia y por ende casi mis vaqueros. Y desde el respeto que me merece la huelga me pregunto, por qué al resto no se les respeta el derecho de no hacerla (y que conste que ayer era un día legítimo de trabajo y estaban preparados para boicotear la entrada del turno nocturno pero consiguieron impedir la salida del de la tarde).

Y repito, una, que es muy suya, tiene derecho a quejarse como la que más. Con un examen aprobado desde hace más de dos años y sumando contratos raquíticos para suplencias, con una inestabilidad laboral manifiesta, con unos servicios de Recursos humanos que racanean los días entre contrato y contrato para dejarte sin prestaciones, con unas condiciones abusivas sin poder disfrutar de días de fiesta, vacaciones, Asuntos Propios y demás derechos del trabajador encima rezo: “Virgencita, virgencita, que me dejen como estoy que al menos tengo trabajo”.

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2 Comentarios

  1. Bueno, pienso que cuando después de tres exámenes aprobados contratos raquíticos para suplencias, con una inestabilidad laboral manifiesta, con unos servicios de Recursos humanos que racanean los días entre contrato y contrato para dejarte sin prestaciones, con unas condiciones abusivas sin poder disfrutar de días de fiesta, vacaciones, Asuntos Propios y demás derechos del trabajador, hayas tenido que irte al extrangero dejando a tu familia, vuelvas y por fin saques tu plaza a la mitad de sueldo qeu ganabas en las suplencias, pasen unos poco años y empieces a ver como te bajan el sueldo sin parar acusándote de ser el problema de la crisis de España, lo mismo para entonces no piensas igual.
    Un funcionaria cualquiera...

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  2. Habiendolo visto y una l año después y con todo el dolor de mi corazón me temo que pienso igual. Y me jode pero... casi prefiero esto qeu ser teleoperadora.

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