No es que tenga nada en contra de la marca de muebles low cost, simplemente es que tener muebles de madrea y no de cartón me hacía como ilusión, ¿sabes? Que una ha vivido fuera en casa de diversa índole y se ha encontrado con muebles victorianos roñosos y cosas que se rompen continuamente. En general la idea es que el paso a la edad adulta lo marca comprar un mueble de persona decente, aunque estoy bastante segura de que aún tendremos que sufrir destrozos de querubín en la nueva adquisición. No soy positiva sobre este tema.
La verdad es que cuando te compras una tele de 55 pulgadas no ayuda mucho el encontrar un mueble que se adapte a estanterías y hueco televisivo. Pero ¡Oye! Descubrimos que con las herramientas adecuadas todo era posible, así que metro en mano nos pusimos manos a la obra y el resultado no pudo ser mejor. Mira que vivimos justo al lado de un polígono de muebles pero lo de llevar la tarea estudiada y tener un buen comparador on line de Muebles de salón lo hizo mucho más fácil porque, obviamente, los dos trabajando y con un canijo cualquier cosa que tengas clara desde el principio te ahorra muchas vueltas y tiempo. Desde el minuto cero después de consultar un montón de fotos teníamos super clara la distribución del mueble y que las vitrinas tenían que volver a nuestra vida. No para acumular vasos y vajilla… Para poder tener nuestra merecida repisa friki en condiciones.
Yo reconozco que comprar un mueble así de grande a ciegas no me molaba pero como las tiendas físicas existen nos fuimos a ver el susodicho in person y fue amor a primera vista, con la certeza de que apostábamos por el mejor precio de antemano y un ahorro de gasolina, tiempo y disgustos asociados, que eso no se paga con dinero.
Si, no os voy a engañar… Soy una persona nueva, es verdad que la estantería está un poco despoblada (pero es porque no he bajado a por las friki cajas al trastero, darme tiempo). El mueble encaja, da color y vida y además tenemos nuestras cosas por fin en lugares visibles, no estamos invadidos de juguetes (bueno, un poco aún si), y tenemos algo que echaba muchísimo de menos: ¡¡Cajones!! Os parecerá una locura pero quería cajones en mi vida.
Poco a poco el salón vuelve a su ser porque sacar todo lo que había y reubicarlo currando los dos con estos horarios ha sido más bien una locura aunque estoy muy contenta. ¡Muy contenta!
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